
Por Sandra LQ
Toda empresa necesita como punto de partida, tener directrices generales que la guíen, estas son: Misión y Visión.
La misión de una empresa, es el propósito que orienta las actividades de ésta y a donde se orientan los esfuerzos de sus empleados. Sirve para divulgar sus objetivos, sus valores y su estrategia organizacional. Puede ser como el credo de la organización, de modo que funcione como un recordatorio permanente para que los empleados sepan hacia dónde dirigir su desempeño y cómo hacerlo.
Si aún no tiene tu negocio una misión definida, es tiempo de hacerla, para definir tu misión debes dar respuesta a tres preguntas elementales: ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos? y ¿por qué lo hacemos?
Por otro lado, la visión del negocio, es la imagen que la organización tiene de sí misma y de su futuro. Se refiere a como la empresa pretende verse en el futuro, en que desea transformarse. Lo que pretende llegar a ser, en lo que se quiere convertir.
Tanto la misión como la visión del negocio, son esenciales, hay que hacer que los empleados las conozcan, las aprendan y las hagan realidad a través de su desempeño diario. Éstas guían el andar de la compañía y el quehacer de sus empleados o colaboradores. Sin éstas, la empresa andaría sin rumbo.
Así como en la vida personal, el que no tiene misión, no sabe quién es, desconoce su propósito, su labor no agregará valor a nada. Y el que no tiene visión, no es capaz de soñar, de probar sus límites, ni de aspirar a niveles superiores.
Por tal razón, enfócate en tu misión, todos tenemos un aporte que dar, y no pierdas de vista tu visión, para que lo que hagas a diario sean peldaños que te lleven a la cima del monte donde quieres estar.