Cada jugador de los Tampa Bay Buccaneers, nuevos campeones del Super Bowl tras ganar 31-9 a los Kansas City Chiefs en la final de este domingo, recibirá un premio en metálico extra de 255.000 dólares, que serán 187.000 en el caso de los componentes del equipo perdedor. EFE/EPA/ERIK S. LESSER

Houston, Texas (EE.UU.) (EFE).-

Cada jugador de los Tampa Bay Buccaneers, nuevos campeones del Super Bowl tras ganar 31-9 a los Kansas City Chiefs en la final de este domingo, recibirá un premio en metálico extra de 255.000 dólares, que serán 187.000 en el caso de los componentes del equipo perdedor.

Según el acuerdo de negociación colectiva de la NFL con el Sindicato de Jugadores, cada miembro de la plantilla del equipo campeón recibirá 130.000 dólares y los del perdedor 65.000 dólares. Pero los Buccaneers ya habían recaudado 125.000 dólares por jugador en los partidos anteriores de playoffs, incluidos 33.000 dólares por el partido de la Ronda de Comodines, otros 33.000 por la Ronda Divisional y 59.000 por ganar el Campeonato de la Conferencia Nacional (NFC).

Cada jugador de los Chiefs había ganado antes del partido del Super Bowl 122.000 dólares, debido a que no compitieron en la Ronda de Comodines al tener la mejor marca de la Conferencia Americana (AFC) y recibieron 3.000 dólares menos.

Para que los jugadores califiquen y reciban las ganancias de los playoffs, incluida la bonificación del Super Bowl, deben estar en la lista activa o inactiva de su equipo durante al menos tres partidos anteriores, según el convenio colectivo.

Cada jugador que califique recibirá la misma cantidad, independientemente de su posición.

Los jugadores que estuvieron en la lista activa o inactiva de cualquiera de los equipos al menos ocho partidos durante la temporada regular, incluso si no lo están ahora, también son elegibles para los bonos.

Los que estuvieron en cualquiera de las listas de tres a siete partidos recibirán la mitad de los montos de bonificación.

El jugador mejor pagado este año en la NFL fue el mariscal de campo Tom Brady, la gran figura de los Buccaneers, que logró su séptimo anillo de campeón del Super Bowl y el quinto de Jugador Más Valioso (MVP), que recibió 25 millones de dólares de un contrato de dos temporadas y 50 millones de dólares garantizados, que podría incrementar hasta los 55 con las bonificaciones.

Patrick Mahomes, el mariscal de campo de los Chiefs, recibirá este año un salario de 10,9 millones de dólares, pero después de la extensión de contrato que firmó en el 2020 por 10 temporadas más será el mejor pagado de todos los tiempos con un promedio anual de 45 millones de dólares.

Policía de Nueva York dispersa a más de 600 personas en fiestas de Super Bowl

Nueva York, NY (EFE).-

Las autoridades de Nueva York dispersaron este fin de semana varias fiestas ilegales de celebración del Super Bowl a las que asistían en total más de 600 personas y que desafiaban las recomendaciones para frenar la propagación del coronavirus.

La oficina del sheriff de la ciudad, que se encarga de hacer cumplir las restricciones estatales, detuvo este domingo a siete personas tras irrumpir en al menos tres multitudinarias fiestas clandestinas que estaban teniendo lugar en “clubs” nocturnos en los barrios de Brooklyn y Queens.

El Super Bowl es todo un acontecimiento deportivo y social en Estados Unidos y suele ir acompañado de reuniones sociales y fiestas, pero el principal epidemiólogo de país, Anthony Fauci, había advertido del peligro de acabar generando “eventos súper contagiadores” en las casas.

Los asistentes a estas fiestas pre-SuperBowl fueron más allá de sus casas, con más de 230 personas reunidas en el interior de un club privado para motoristas en Brooklyn, según reveló la autoridad en su cuenta de Twitter, que reportó violaciones de las normas sanitarias y de emergencia.

De acuerdo al medio local AmNY, hubo tres detenidos y uno de ellos era el gestor del club, Geradino Luis Abdiel, que supuestamente tenía en su posesión una nudillera de metal y un cuchillo, por lo que se le han imputado cargos relacionados con las armas.

Los agentes también dispersaron una fiesta en el mismo distrito con más de 200 personas, de la que salieron detenidos tres promotores, y otra en Queens con más de 165 personas en la que detuvieron a un empleado, todas ellas operando sin licencia de venta de alcohol.

“Muchos de los asistentes a las fiestas no llevaban mascarillas, no era posible la distancia social y la mayoría estaba bebiendo alcohol”, dijo el sheriff Joseph Fucito al canal local NBC.

El estado de Nueva York, que fue epicentro de la pandemia la pasada primavera y sigue siendo el área de EE.UU. con más fallecidos por covid-19, tiene en vigor normas que impiden la apertura de los clubs nocturnos y restricciones para los establecimientos que venden alcohol.

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